Una reseña en la web de Ficomic,sobre una charla en el últino salón del cómic de BCN,muy actual en estos tiempos que corren. Y para los que se la perdieron.
( texto extraído de la web de Ficomic www.ficomic.com)
EL PODER NO TIENE SENTIDO DEL HUMOR
¿El poder no tiene sentido del humor? No, según concluyeron los participantes a la conferencia que levantaba esta pregunta, en la que se debatió la censura, la autocensura y la tendencia a lo políticamente correcto en ámbitos como la ilustración, el grafismo y el periodismo.
Los autores de cómic Alfons Lopéz, y Carlos Azagra ( ambos contribuidores en las revistas satíricas desaparecidas “Butifarra”y “Cul de sac” y ahora del “Jueves”), así como el periodista Iu Forn, que tuvo problemas por una columna que escribió en el diario Avui contra los militares golpistas, coincidieron en señalar que la ironia y la sátira no gusta a la clase política y cada vez menos a la clase económica.
Para López, cualquier grupo por pequeño que sea, tanto en la dictadura como en la democracia, son recelosos del poder y les gusta ejercerlo. “El poder no tiene humor, a no ser que les haga grácia criticar a la oposición”, indicó en su intervención .
“Esto es ridículo, pues cualquiera que esté en un cargo público debe poder estar sujeto a la crítica y a la opinión publica”, agregó.
Azagra, por su parte, afirmó que cada vez es menos importante lo que dice el poder político, sino el económico, ya que cualquier crítica que se pueda hacer puede tener consecuencias más grandes sobretodo a las empresas editoras de las revistas.
“Cada vez tiene más peso la censura económica, pues pueden retirar la publicidad, como es el caso que ha ocurrido con Telefónica y El Jueves. No se puede denunciar a los pecadores con nombres y apellidos cuando haces sátira”, declaró Azagra, quien agregó que le llueven las denuncias por parte de empresas privadas por caricaturizarlas.
Todos los ponentes coincideron en que se está yendo atrás como un cangrejo, y que cada vez más la solución será comunicar lo que uno piensa entre líneas o dándolo por sobrentendido.
La censura de lo políticamente correcto, en la que los lectores y los ciudadanos no admiten los espacios de libertad y se sienten heridos cuando alguien piensa diferente a ellos, también centró este debate y en otros que se han desarrollado durante esta 26 edición del Salón Internacional de Cómic de Barcelona.
Por su parte, Iu Forn puso de manifiesto el retroceso que se está experimentando en la defensa de los derechos civiles, y pusieron en tela de juicio de si se trata de una cuestión generacional o si es una tendencia mundial.
EL PODER NO TIENE SENTIDO DEL HUMOR
¿El poder no tiene sentido del humor? No, según concluyeron los participantes a la conferencia que levantaba esta pregunta, en la que se debatió la censura, la autocensura y la tendencia a lo políticamente correcto en ámbitos como la ilustración, el grafismo y el periodismo.
Los autores de cómic Alfons Lopéz, y Carlos Azagra ( ambos contribuidores en las revistas satíricas desaparecidas “Butifarra”y “Cul de sac” y ahora del “Jueves”), así como el periodista Iu Forn, que tuvo problemas por una columna que escribió en el diario Avui contra los militares golpistas, coincidieron en señalar que la ironia y la sátira no gusta a la clase política y cada vez menos a la clase económica.
Para López, cualquier grupo por pequeño que sea, tanto en la dictadura como en la democracia, son recelosos del poder y les gusta ejercerlo. “El poder no tiene humor, a no ser que les haga grácia criticar a la oposición”, indicó en su intervención .
“Esto es ridículo, pues cualquiera que esté en un cargo público debe poder estar sujeto a la crítica y a la opinión publica”, agregó.
Azagra, por su parte, afirmó que cada vez es menos importante lo que dice el poder político, sino el económico, ya que cualquier crítica que se pueda hacer puede tener consecuencias más grandes sobretodo a las empresas editoras de las revistas.
“Cada vez tiene más peso la censura económica, pues pueden retirar la publicidad, como es el caso que ha ocurrido con Telefónica y El Jueves. No se puede denunciar a los pecadores con nombres y apellidos cuando haces sátira”, declaró Azagra, quien agregó que le llueven las denuncias por parte de empresas privadas por caricaturizarlas.
Todos los ponentes coincideron en que se está yendo atrás como un cangrejo, y que cada vez más la solución será comunicar lo que uno piensa entre líneas o dándolo por sobrentendido.
La censura de lo políticamente correcto, en la que los lectores y los ciudadanos no admiten los espacios de libertad y se sienten heridos cuando alguien piensa diferente a ellos, también centró este debate y en otros que se han desarrollado durante esta 26 edición del Salón Internacional de Cómic de Barcelona.
Por su parte, Iu Forn puso de manifiesto el retroceso que se está experimentando en la defensa de los derechos civiles, y pusieron en tela de juicio de si se trata de una cuestión generacional o si es una tendencia mundial.
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